Cuando tengo que tomar decisiones que tienen un peso importante en mi "YO del futuro", tiendo a revisar repetidamente todas las opciones. Me informo y releo una y otra vez toda la información referente al tema. Soy capaz de pasar horas y horas delante del ordenador buscando referencias y opiniones, me hago listas de pros y contras, imagino qué pasará si tomo un camino u otro, pregunto a muchas personas el famoso "¿ Y tú qué harías si fueras yo?"... Hago todas estas cosas hasta que me doy cuenta de que me estoy poniendo nerviosa, nerviosa porque tengo prácticamente toda la información y sólo me queda una cosa: TOMAR LA DECISIÓN.
Ahora me sucede exactamente lo contrario. Me siento extraña porque inconscientemente he tomado la decisión de ser pediatra prácticamente sin informarme de las otras 45 especialidades. De hecho, creo que tengo la decisión tomada desde que me matriculé en medicina. Hacía 3 meses que era enfermera y había pasado el verano trabajando en Cuidados Intensivos Neonatales. Me quedé en el servicio después de realizar allí las últimas prácticas de la carrera. Recuerdo que el primer día que entré en esa unidad me temblaban las piernas. Me asustaba a cada alarma que sonaba, tenía ganas de llorar y me preguntaba una y otra vez: "¿qué haces tu aquí?". Siempre me habían gustado los niños, tanto que no podía verles sufrir.
Con el tiempo y poco a poco fui perdiendo el miedo, y quedó el respeto. Se fue apagando el temblor de piernas que me paralizaba y empecé a moverme, actuar cuando era necesario, preguntar cuando dudaba; Aprendí que formaba parte de un equipo, que tenía unas compañeras que nunca me dejarían sola. Fue entonces, ya en tercero de medicina, cuando me dí cuenta de que sí que podía trabajar con niños.
Ahora, a 4 meses de acabar 4º, creo que cada día tengo más claro que quiero ser pediatra , aunque también me gusten otras especialidades.
Decidí hacer este blog para dejar la huella de mi camino hacia esta meta. Pensamientos, momentos, noticias, dudas, y, ¿por qué no? quizás consejos que a otros les puedan servir como a mi me están sirviendo los de otras personas que han recorrido este camino, como Dra. Nova.
Con el tiempo y poco a poco fui perdiendo el miedo, y quedó el respeto. Se fue apagando el temblor de piernas que me paralizaba y empecé a moverme, actuar cuando era necesario, preguntar cuando dudaba; Aprendí que formaba parte de un equipo, que tenía unas compañeras que nunca me dejarían sola. Fue entonces, ya en tercero de medicina, cuando me dí cuenta de que sí que podía trabajar con niños.
Ahora, a 4 meses de acabar 4º, creo que cada día tengo más claro que quiero ser pediatra , aunque también me gusten otras especialidades.

Todo un honor ser mencionada en tu primera entrada ^^
ResponderEliminarMucha suerte en el camino! Te queda la parte más bonita de la carrera.
Un besote
Bienvenida a esto del «bloggerismo». Imagino que muchos te lo habrán dicho ya, pero ¡ten cuidado que engancha!
ResponderEliminarMucha suerte y, como ha dicho Miriam, ahora llega lo más bonito, así que... ¡con ganas!
Miriam y Fernando! Muchas gracias por la bienvenida! Feliz semana! :D
ResponderEliminarHola Laura te animo a seguir luchando como hasta ahora por tu gran sueno, es fantastico eres poderosa. Animos! Esther Querol
ResponderEliminarEsther!! Muchas gracias :D que ilusión leer tu comentario! Te mando un abrazo muy fuerte! Mmmmmmmua!!!
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